Perdition City (2000)
Calificación: 4.5 / 5.0
Disquera: Jester Records
En corto:
- Aplica el consejo: No escuches géneros, escucha música.
- Una experiencia inmersiva para almas melómanas aventureras.
- Sé que habrá una secuela de Blade Runner... esto es lo más cercano para ser su digno soundtrack.
- Daft que...??? pfff! Baratijas... Ulver es rey.
Géneros en juego: Ambient, Música Electrónica, Noise, Trip Hop.
Website: http://www.jester-records.com/ulver/ulver.html
Para muestra un botón:
01 - Lost in Moments
02 - Porn Piece or the Scars of Cold Kisses
03 - Hallways of Always
04 - Tomorrow Never Knows
05 - The Future Sound of Music
06 - We are the dead
07 - Dead City Centres
08 - Catalept
09 - Nowhere / Catastrophe
Ad Absurdum Ad Infinitum (en otras palabras, la reseña extendida) :
El término Ulver significa "lobos" en idioma noruego, pero me parece que si alguien hubiera podido asomarse a una bola de cristal para visualizar la ruta creativa de esta banda y los lugares tan diversos y disímbolos entre sí por donde sus cabecitas locas habrían de llevarlos, entonces seguramente ese alguien se habría acercado a ellos diciéndoles al oído: No busques la palabra "lobos", mejor busca la palabra "camaleones" ...y según lo que hubiera ocurrido después, posiblemente el nombre de la banda hubiera terminado no sonando tan bien, pero sería un poco más atinado para poder abarcar el verdadero carácter de esta banda y su sonido.
Ulver es una de esas criaturas extrañas en el mundo de la música contemporánea que no acude a la experimentación para indagar cuál es su naturaleza, eso lo tienen muy claro...
La experimentación "es" la naturaleza de Ulver
El caso de esta banda me resulta fascinante. De algún modo, cuándo atiendes realmente a Ulver durante más de un álbum puedes tener esa sensación de no estar escuchando propiamente a un grupo de músicos, sino más bien a un grupo de artistas plásticos que hubiesen tomado y comprendido las herramientas propias de la música contemporánea para utilizarlas cómo medios de expresión en su quehacer creativo.
Esto no lo digo con un afán de embellecer o justificar nada, sino porque en verdad al escuchar la discografía de Ulver es posible darse cuenta que ésta no ha sido hecha para hablarnos de la banda en el sentido de su continuidad evolutiva o de su progresión en el uso de determinadas técnicas instrumentales; sino que cada grabación o determinado conjunto de grabaciones constituyen obras únicas, trabajos independientes en los que se persiguen objetivos, atmósferas, temas, conceptos, técnicas y recursos de expresión totalmente diferentes y particulares. Siendo esa forma de trabajo tan poco lineal y desacostumbrada en el mundo de la música popular hoy en día lo que hace tan inmensamente interesante y poco habitual a una banda cómo esta.
Es díficil reseñarlos porque invitan muy fácilmente al snobismo. ¿De qué Ulver se habla? ¿Del Ulver legendario en el mundo del Black Metal, a pesar de solo haber creado dos discos que podrían enmarcarse con propiedad en el género, pero que tenía desde 1995 ciertos atisbos (me atrevo a decir) de post-rock? ¿Del netamente Folk del álbum Kveldssanger? ¿Del avant-garde, ambient y con toques de metal industrial del disco referido a las Bodas entre el Cielo y el Infierno de William Blake? ¿Del Ulver electrónico, trip hop y ambient con algunos toquecillos remotos de jazz de Perdition City? ¿Del que posteriormente juguetea en las marañas del dark ambient con electro y glitch? ¿Del Ulver creador de soundtracks más raros que las mismas películas que musicaliza? ¿Del experimental y neoclásico? ¿O del que explora sin cortapisas la psicodelia? Afortunadamente, aparte de ser un perfecto imán para el snobismo, Ulver también es un perfecto imán para vivir experiencias sonoras únicas.
No es casualidad que Kristoffer Rygg, fundador y líder de la banda (mejor conocido cómo Garm en el mundo del metal extremo y avant-garde) sea o haya sido parte de algunos de los proyectos más interesantes dentro de una inmensa diversidad de géneros como es el caso de Borknagar, Arcturus y Head Control System; así cómo tampoco es casualidad que las relaciones históricas de los miembros de Ulver lleven a la banda a entrelazarse con otros tantos proyectos tan geniales cómo <Code>, Miasma and the Carousel of Headless Horses, Ved Buens Ende, Virus o Mothlite... Carajo, estamos hablando de las grandes ligas de la demencia y la más alta élite del manicomio!
Por alguna razón, todo esto me hace recordar a un viejo y querido amigo al que solía acompañar en sus experimentaciones artísticas y que cambió totalmente mi vida en cuánto a percibir el arte y sobre todo la música; porque durante ciertos períodos de tiempo su regla de oro (bastante snob por cierto, pero increíblemente aleccionadora para un niñete imberbe como lo era yo en aquel entonces) constaba en proponerse escuchar cualquier tipo de música, siempre y cuando esta reuniera dos características esenciales:
1) No existir en lista de popularidad alguna (supongo que al menos no dentro del top 500 de Billboard) y
2) Que no sonará ni en lo más mínimo a Rock.
Bueno, nuestros caminos se separaron hace casi más de 20 años, pero algo me dice que dondequiera que esté, en su colección debe tener (por lo menos) un par de discos de Ulver y a un amigo sumamente agradecido por haber aprendido a permitirse escuchar música que de otro modo jamás hubiera estado abierto a explorar.
Volviendo a Ulver, personalmente me parece que junto con Kveldssanger, Blood Inside y Shadows of the Sun, Perdition City es uno de sus álbums más accesibles (si es que eso existe). Una grabación en la que hay una serie de elementos que hacen de este "soundtrack" sin película una experiencia musical que debe aparecer junto a la definición de la palabra "intenso" en el diccionario.
El álbum es tan expansivo, que en efecto pareciera dibujar pieza por pieza el plano de una inmensa ciudad futurista con disonantes destellos de art-decó aquí y allá en su arquitectura. Una ciudad por la que somos llevados de paseo a través de sus sórdidas calles y recovecos hasta llegar a sus mismísimas entrañas. Una ciudad llena de máquinas y droides en las que sin embargo imperan las vestimentas propias del Chicago de Elliot Ness coexistiendo con elementos de indumentaria características del ciberpunk más puro.
Una ciudad en que las desgastadas calles de sus ahora olvidados y poco recorridos ghettos, bajo sus aceras sucias y desquebrajadas ocultan alguna entrada hacia el núcleo de la ciudad que a su vez guarda también un secreto... o acaso el secreto será que todo ha sido un sueño colectivo y la catástrofe que esperamos es que no hay ya ningún lugar y todos estamos realmente muertos? ¿Que el vistazo a este futuro que pudo haber sido, fue realmente la antesala de nuestra llegada al inframundo?
Cómo sea que pueda interpretarse, Perdition City marca la entrada de Ulver en una larga e intensa etapa de experimentación con elementos electrónicos que ya se anunciaba desde "Metamorphosis", el E.P. del año anterior y que ya no abandonarán durante el resto de su trayectoria, si acaso en algunos de sus álbums más recientes los usarán de manera un tanto menos prominente, aunque no sin antes pasar por una etapa casi absolutamente electro, ambient y noise. Y aclaremos que habiendo cada basofia a la que se llama música electrónica, es necesario decir que en este caso hablamos de elementos de la más alta calidad que no pretenden ser manifestaciones colectivas de entretenimiento, sino experiencias personalísimas de carácter íntimo. Nada que remotamente llegara a tocarse en los lugares propios de dichos géneros abaratados.
Piezas como "Lost in Moments", "Hallways of Always" (mi favorita), "Tomorrow Never Knows","The Future Sound of Music" y "Catalept" son los puntos más álgidos y representativos del álbum, independientemente de que los demás temas funcionan de manera eficiente como nexos cohesivos entre ellas y no dejan de tener relevancia; mientras que "Nowhere/Catastrophe" (lo más reminiscente a una canción de corte convencional) desentona un poco en el contexto general del álbum, pero se entiende como tema final de este soundtrack con que Ulver nos ha obsequiado un recorrido por la ciudad de la perdición.
Un viaje para el que podríamos tomar aquellas palabras del buen Pablo Picasso que rezan: "Yo no busco, encuentro", para decir que es claro que Ulver no busca, sólo se encarga de compartir con nosotros el producto final de lo que han encontrado.
2 comentarios:
Te leeré más seguido pues lo haces bastante bien, por cierto bastante buenas las reglas de tu amigo para escuchar música, saludos ;)
Mil gracias Bett!!!
Espero que disfrutes tanto leyendo "Transductor" como yo disfruto escribiéndolo!
Las reglas de mi amigo eran duras, aparte de bastante snobs, jajaja, pero siempre en algún momento terminabas por descubrir y atesorar experiencias musicales que jamás hubieses encontrado de otro modo. En verdad no sabes como aprecio tu comentario y tu entusiasmo por difundir "Transductor".
Nuevamente mil gracias y ojalá que este Blog siempre sea un lugar dónde puedas encontrar algo interesante.
Tu amigo Errans.
Publicar un comentario